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MANIFIESTO PRO EQUIDAD: MI COMPROMISO PERSONAL

  • Writer: Arcadio Cerda
    Arcadio Cerda
  • May 28
  • 2 min read

Creo firmemente que una universidad pública no solo debe formar profesionales, sino también construir comunidades basadas en el respeto, la justicia y la dignidad. Por eso, quiero decirlo con total claridad: la equidad será uno de los pilares centrales de mi gestión como rector.


No podemos seguir naturalizando las brechas de género, las relaciones de poder desiguales ni las prácticas que silencian o excluyen. La universidad debe ser un espacio donde todas las personas —sin importar su género, identidad, cultura u origen— puedan desarrollarse plenamente, sin miedo ni barreras.


Quiero liderar una Universidad de Talca que escuche, que respete y que actúe. Una universidad donde la inclusión sea una práctica real, donde el liderazgo se construya desde la colaboración y donde la diversidad se valore como una fortaleza institucional.


Por eso, me comprometo a:


1. Aplicar con fuerza y convicción la Ley 21.369, asegurando que toda forma de acoso, violencia o discriminación sea prevenida, sancionada y reparada.


2. Garantizar el cumplimiento efectivo de los protocolos institucionales de género y acompañar a quienes lo necesiten con profesionalismo y respeto.


3. Promover la participación equitativa de mujeres y diversidades en espacios de decisión, eliminando obstáculos estructurales y culturales.


4. Formar a nuestra comunidad en perspectiva de género, buen trato, derechos humanos e interculturalidad, desde el aula hasta la gestión.


5. Impulsar políticas que favorezcan la conciliación entre la vida laboral, académica y familiar, fomentando la corresponsabilidad.


6. Fomentar un ambiente de respeto y diálogo en todos los espacios universitarios, como base de una convivencia sana y transformadora.


7. Este no es un compromiso simbólico. Es una línea ética que guiará mi actuar diario. Creo en una universidad que transforme vidas, no solo con conocimiento, sino también con integridad, cuidado y justicia.


Porque la excelencia no es posible sin equidad. Y una Universidad centrada en las personas, es una universidad que pone el respeto en el centro de su cultura. Lo sé no solo porque lo he estudiado y promovido, sino porque lo he vivido. He visto cómo la equidad o más peligrosamente, su ausencia, marca trayectorias, abre o cierra puertas. Por eso, este compromiso no es nuevo para mí: es parte de mi historia, de mis convicciones y de la universidad que quiero construir junto a ustedes.

 
 
 

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